¿Dónde se localiza?
Alrededor del ano existen varios espacios donde se puede acumula el pus y dar lugar a los abscesos anales, estos espacios están divididos por estructuras anatomías constituidas por fascias, músculos y ligamentos.
¿Cómo se manifiesta?
El dato clínico más importante es el dolor anal.
El dolor es intenso, punzante y aumenta al sentarse, toser, estornudar y en el momento de la defecación.
Los pacientes manifiestan una bolita anal dura, caliente y que aumenta de tamaño, esto solo si el absceso es superficial, en caso de absceso más profundo el único síntoma es el dolor. Si la infección se mantiene el paciente empieza con fiebre, sudoración y malestar general.
¿Cómo se diagnostica?
En la mayoría de los casos el examen proctológico no da el diagnostico del absceso. Sin embargo pudiera utilizarse estudios como una tomografía, o ultrasonido endoanal en los casos en los que el absceso es recurrente, complejo o se sospeche que este asociado a una enfermedad inflamatoria intestinal.
Tratamiento o Drenaje del Absceso Anal
El tratamiento es la cirugía. El uso de antibióticos debe ser coadyuvante a un drenaje de absceso pero por ningún motivo lo reemplaza, ya que estaríamos predisponiendo al paciente a que sufra complicaciones, como la que se comenta a continuación.
Gangrena de Fournier
Es la complicación de un absceso anal cuando este se extiende a través de tejidos de la región del periné y no es atendido a tiempo.
Es una infección extensa necrosante de la zona perineal, que ocasiona una enfermedad muy grave con riesgo inminente de muerte. Su manejo es quirúrgico y además de antibióticos de amplio espectro y combinados.
Algunos paciente por la extensión del proceso infección requieren de colostomía para evitar la contaminación de materia fecal en la zona.